La leyenda de Nightfold dice que Hipnos, el Sueño, vivía en una cueva silenciosa, intacta, lejos de la luz del sol. Nacido de la Noche y gemelo de la Muerte, llevaba el poder más suave. No fuerza, no castigo, sino el deshacer lento de la tensión.
La cueva era un lugar donde el mundo no podía actuar. En la entrada se decía que crecían plantas asociadas al sueño, una señal de que descansar no era debilidad, era ley. Dentro, el aire estaba quieto, el agua lenta, y los bordes afilados del pensamiento empezaban a suavizarse.
Hipnos no exigía rendición. Se movía en silencio por casas y mentes, aliviando a quienes habían sostenido demasiado durante demasiado tiempo, ofreciendo un tipo de silencio que se siente como permiso.
Ni siquiera los orgullosos podían resistirse. El sueño era más antiguo que el orgullo, más antiguo que la urgencia, más antiguo que los hábitos que mantienen el cuerpo en guardia cuando el día ya terminó.
Nightfold es el camino hacia esa cueva. Un ritual para bajar el volumen del mundo, para que tu sistema nervioso vuelva a oír un mensaje simple. Ya es seguro parar. La leyenda de Nightfold recuerda que el sueño y el descanso profundo pueden ser suaves, y aun así completos.
